"Me da vértigo el punto muerto y la marcha atrás, vivir en los atascos,
los frenos automáticos y el olor a gasoil.
Me angustia el cruce de
miradas, la doble dirección de las palabras y el obsceno guiñar de los
semáforos.
Me arruinan las prisas y las faltas de estilo, el paso
obligatorio, las tardes de domingo y hasta la línea recta.
Me enervan
los que no tienen dudas y aquellos que se aferran a sus ideales sobre
los de cualquiera.