miércoles, 15 de diciembre de 2010

Oh momma, I don't care about nothing.

Sumérgete en el mundo de los gestos y las expresiones.
No tienes más que subir a un bus, tren o avión con el rumbo propuesto (se acepta sin rumbo también), fijarte en las caras de sus viajeros y saber cuáles son las causas por las que deciden irse.
IRSE.

He compartido asiento con señoras viudas, que viajan de una punta a otra, como si de un paquete procedente de Japón se tratase. Con el único propósito de no caer en el olvido.
Su muerte en vida sería la soledad.

Me he fijado en esas personas que con gran valor emprenden un viaje, sea corto sea largo, única y exclusivamente para ver a su ser amado. No hay que olvidarse que existen relaciones a distancia que resultan muy duras, y no ves el momento de verle/la. Impotencia.
Nunca se es lo demasiado duro como para no reconocer que darías la vida por esa persona. Sé de lo que hablo ya que una Magpie como yo hizo la escena más patética de su vida hace unos días. No todo es veneno a mi alrededor.
Experiencias personales a parte, sus caras lo revelan todo.

También, y como los que más, se ven personas agotadas por su trabajo. En un mismo día, pueden pisar tres ciudades diferentes. Son esclavos de su oficio y utilizan sus iPhones 4 para ver a sus mujeres e hijos a través de costosas videollamadas.

Jóvenes que desean/sueñan/ansian irse de su lugar rutinario para comenzar de 0, desde el principio. Muestran una fortaleza indiscutible.

Escapadas románticas a escondidas de los rapaces de nuestro progenitores, un acto especial donde requieren tu presencia o el mejor de todos; por gusto propio.
IRSE.


Bienvenidos al viaje número 730.
Abróchense los cinturones, y en breves instantes partiremos.
Buen viaje.

No hay comentarios:

Publicar un comentario