martes, 1 de mayo de 2012

... No hay quien te entienda, Mario, cariño, y me hace sufrir lo que nadie sabe ver que no eres normal, que la vida no te digo que no tenga contrariedades, ojalá, pero hay que sobreponerse, hay que disfrutarla creo yo, ya ves mamá, a todas horas "nena, sólo se vive una vez", que lo oyes así y parece que no, que es una tontería, pero te paras a pensar y en esa frase hay mucha filosofía, tiene mucha miga, Mario, más de lo que parece, bueno, pues tú, no señor, lo primero los defectos. Y no es que yo vaya a decir que no haya injusticias, ni corrupción, ni cosas de esas que tú dices, pero siempre las ha habido, ¿ no ?, como siempre hubo pobres y ricos, Mario, que es Ley de vida, desengáñate. Yo me troncho contigo, cariño, "nuestra obligación es denunciarla", así, lo dijo Blas, punto redonodo, pero ¿ quién te ha encomendado a ti esa obligación, si puede saberse ? Tu obligación es enseñar, Mario, que para eso te hiciste catedrático, que para denunciar las injusticias ya están los jueces y para remediar las penas, la beneficiencia, que os ponéis insoportables con tantas ínfulas, dichoso Don Nicolás, que yo no sé cómo la gente lee "El Correo", si se cae de las manos, hijo, no trae más que miserias y calamidades, que si miles de niños sin escuelas, que si hace frío en las cárceles, que si los peones se mueren de hambre, que si los paletos viven en condiciones infrahumanas, pero ¿ puede saberse qué es lo que pretendéis ? ¡ Si hablarais claro de una vez ! Porque si a los paletos les pones ascensor y calefacción, dejarían de ser paletos, ¿ no ?, vamos, me parece a mí, que yo de eso no entiendo...  




Cinco horas con Mario
Miguel Delibes

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